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Sonreír por la Inclusión, una invitación para votar Apruebo

Así empieza la Nueva Constitución y este video de Sonreír por la Inclusión donde Diego Contreras, un chico de 16 años con infarto cerebral al nacer, nos da su testimonio e invita a votar Apruebo......

Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático.

CAPÍTULO I PRINCIPIOS Y DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1

1. Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico.

2. Se constituye como una república solidaria. Su democracia es inclusiva y paritaria. Reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza.

3. La protección y garantía de los derechos humanos individuales y colectivos son el fundamento del Estado y orientan toda su actividad. Es deber del Estado generar las condiciones necesarias y proveer los bienes y servicios para asegurar el igual goce de los derechos y la integración de las personas en la vida política, económica, social y cultural para su pleno desarrollo.

  • Publicado en Videos

Carmelitas Descalzas de San José de Maipo por el Apruebo: “Dignifica a Chile”

Mediante una carta abierta donde reflexionan sobre la propuesta de nueva Constitución, las Carmelitas Descalzas de San José de Maipo llamaron a votar por el Apruebo.

Haciendo un llamado a votar Apruebo y reflejando los perjuicios que significaría que se imponga el Rechazo, las Carmelitas Descalzas de San José de Maipo reflexionaron sobre la propuesta de nueva Constitución.

En una carta abierta al Pueblo de Chile, la congregación religiosa recuerda sus orígenes, refrendando la importancia que tienen los pueblos originarios y su legado para ellas.

En ese sentido, expresan que “nos parece que la Nueva constitución, en la cual han trabajado sin horario 154 hombres y mujeres escogidos y mandatados por el pueblo de Chile para llevar a cabo el texto final que se nos presenta, reconoce a los pueblos indígenas como naciones, restituyéndoles, siquiera parcialmente, sus tierras, sus aguas, su lengua y lo esencial, su dignidad”.

Es un gesto que dignifica a Chile y alegra profundamente a María, Virgen de Guadalupe. Es justo poder darle el espacio que les es propio a nuestros hermanos de pueblos originarios que nos han permitido construir en unión con ellos, este hermoso país, llamado Chile”, prosigue el grupo.

También, para las Carmelitas Descalzas de San José de Maipo “nos parece importante y destacable el artículo 67. En el punto 1: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión y de cosmovisión y, en el siguiente 67.3, el Estado reconoce la espiritualidad como elemento esencial del ser humano”; en ninguna otra constitución se había hecho mención a esta dimensión trascendental del ser humano”.

Esta Nueva Constitución es ecológica, respeta y legisla sobre la naturaleza, como nos lo pide el Papa Francisco en la encíclica Laudato, en que nos llama a respetar y amar la ‘casa común’, la tierra y los bienes naturales comunes. El agua, elemento esencial para la vida, se regula según las necesidades humanas, las necesidades de la naturaleza, la agricultura y en último término las actividades mineras y agrícolas exportadoras”, prosiguen para destacar.

Por último, aseguran que “La Nueva Constitución es perfectible y se puede solucionar con el diálogo, el respeto y la buena voluntad, pero lo fundamental es que se constituye como un estado social de derecho; se concibe a Chile como una república solidaria, donde los derechos humanos, individuales y colectivos”, entre otros.

Si rechazamos la proposición de una nueva Constitución estamos rechazando la posibilidad de dar un paso grande en el devenir de nuestro país”, culminan las Carmelitas Descalzas de San José de Maipo.

Fuente: El Desconcierto.

Chile: ¿es posible una Constitución ecológica en un país de economía extractivista?

Ante la actual crisis climática, no sólo es posible sino además necesario, sostienen expertas consultadas por DW. El proyecto reconoce a la naturaleza como sujeto de derechos y apunta a mayor equidad ambiental y social.

Uno de los aspectos más novedosos del proyecto de constitución en Chile es su carácter ecológico, de protección de la naturaleza y uso sostenible de los recursos naturales.

De ser aprobado en el plebiscito del próximo 4 de septiembre, la nueva Constitución38525 reemplazará a la actual carta magna, promulgada en 1980 en dictadura.

En Chile es objeto de un encendido debate, y las últimas encuestas dan ventaja al rechazo. A nivel internacional, en tanto, se suman apoyos de académicos, activistas ambientales y organizaciones a la "Constitución ecológica”, por ser "un avance sustancial para el país, y un progreso regional y global”.

"Este texto ha llamado la atención, sobre todo, de las personas expertas en estas temáticas, porque la hicimos con una visión muy completa respecto de cómo un país debería avanzar para proteger la naturaleza, considerando todas las implicancias de la crisis climática”, destaca la bióloga y exconstituyente Cristina Dorador.

"La crisis climática y ecológica es uno de los mayores problemas que tiene la humanidad en estos momentos. Es de vital importancia tener una constitución que lo reconozca y que nos permita abordar dicha crisis por la vía institucional”, señala, por su parte, la politóloga Pamela Poo, directora de políticas públicas e incidencia de Fundación Ecosur.

Las expertas consultadas por DW coinciden en que el tema ecológico no está solo en un par de artículos, sino que permea todo el texto constitucional. "Es un cuerpo robusto con miras a preservar la naturaleza para las futuras generaciones, que incorpora derechos ambientales, temas de derecho ambiental, responsabilidad intergeneracional y derechos de la naturaleza”, indica Dorador.

La naturaleza como sujeto de derecho

Mientras la Constitución chilena de 1980 asegura el "derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación” y "es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza”, la nueva propuesta asume la urgencia de actuar frente a la crisis climática y va más allá en reconocimiento, protección y acción.

El modelo extractivista en que Chile basa su economía "tiene efectos medioambientales, sociales y en la salud de las personas”, observa Dorador. Existe una fuerte dependencia de la exportación de materias primas: "En el norte es la minería; en la zona central, la agroindustria; en el sur, la industria forestal y la salmonicultura. Esto debiera preocuparnos, porque la naturaleza es finita, y con la crisis climática estos desafíos productivos van a cambiar. Es urgente no sólo preservar la naturaleza para las futuras generaciones, sino, además, generar alternativas económicas que sean sustentables”.

"Junto con abordar la crisis, la nueva Constitución fija elementos de adaptación, como los bienes comunes y la protección de glaciares y humedales, entre otros ecosistemas. En el fondo, es darnos cuenta de que si no los cuidamos, vamos a poner en peligro a la población”, afirma Poo, y destaca que "además, considera los derechos de la naturaleza, la interdependencia con ella y el derecho humano al agua, entre otros elementos”.

"La naturaleza es reconocida como 3un sujeto de derecho con un valor más allá de lo comercial, sino que es moralmente valiosa, tiene el derecho a existir, a persistir, a ser restaurada y reparada”, plantea Dorador. "Este reconocimiento, que para muchas personas es intuitivo, para la ciencia es algo comprobado. Sin embargo, todavía persisten posturas antropocéntricas en que el ser humano es amo y señor de la naturaleza y puede dañarla, sin considerar que al hacerlo nos dañamos a nosotros mismos y a las futuras generaciones”, agrega la investigadora de la Universidad de Antofagasta.

Según explica, los derechos de la naturaleza no son algo nuevo. Es un estatus jurídico reconocido en al menos 29 países en distintos niveles, tanto legales como constitucionales o jurisprudenciales. Al darle rango constitucional e incorporar derechos ambientales y organismos como la Defensoría de la Naturaleza, se plantea un camino para "operacionalizar este derecho. No va a ser solamente un enunciado romántico”, subraya.2

"Esta es una constitución del siglo XXI, de vanguardia, que puede iluminar al resto del mundo en torno a cómo abordar la crisis de forma institucional, al permitir generar políticas públicas, planes y programas”, adelanta Pamela Poo.

Por otro lado, agrega la politóloga, "va a limitar ese crecimiento desmedido en torno al extractivismo. Nuestra economía debería ir girando hacia actividades que se enfoquen en la adaptación, como por ejemplo la agroecología y la restauración ecológica, cuestión que también plantea la nueva Constitución”.

Al respecto, la nueva Constitución chilena promueve mayor descentralización y desconcentración económica, autonomía de las regiones para crear empresas estatales, apoyo a emprendimientos basados en la innovación y economías circulares, con el fin de diversificar la economía y superar la fuerte dependencia, no solo exportadora, sino también importadora, en un país de baja industrialización.

A nivel social, debiera llevar a una mayor equidad, sostienen. "Al poner el énfasis en una acción climática justa, nunca más deberían existir zonas de sacrificio o lugares con alta concentración industrial, donde se benefician grupos que no son del lugar, mientras el territorio es precarizado”, dice Dorador.

Ante críticas referidas a que una mayor protección de la naturaleza podría desincentivar la inversión, Dorador sostiene que, por el contrario, "Chile sigue siendo un país muy atractivo para la inversión. Este marco constitucional dará estabilidad y certezas en el contexto ambiental a la población, y también a los inversionistas, y debería disminuir los conflictos ambientales, que, a la larga, hacen que las empresas no puedan funcionar. Estamos poniéndonos al día a nivel de estándares internacionales para la protección de la salud y del ambiente”.

Fuente: DW / Autor: Victoria Dannermann

Fernando Atria: en Chile el rechazo a la nueva Constitución sería “un callejón sin salida”

Chile se muestra dividido ante la decisión crucial que deberá tomar sobre una nueva Constitución, que habría de reemplazar a la de la dictadura de Pinochet. Conversamos con Fernando Atria, uno de sus cerebros.

Los chilenos se aprestan a optar por el "apruebo” o el "rechazo” a la nueva Carta Fundamental elaborada por la Convención Constitucional. Fernando Atria fue uno de sus integrantes. Hay quienes incluso lo consideran el ideólogo de este proyecto, lo que comenta, en conversación con DW, remitiéndose al afán "de la prensa de poner etiquetas”. Pero no cabe duda de que este abogado, profesor de la Universidad de Chile, es una figura influyente en este proceso, que culminará 4 de septiembre. Con él hablamos sobre el texto sometido a plebiscito y el momento que vive el país.

DW: Las últimas encuestas siguen dando una ventaja al rechazo. ¿Cómo evalúa esta situación?

Fernando Atria: Vamos a ver el 4 de septiembre cuán dividido está el país. No creo que se pueda dar por sentado el resultado del plebiscito en base a las encuestas. Hay varias cosas. La principal es que creo que estamos pasando por lo mismo que pasó el Reino Unido con el brexit, y Estados Unidos, en la elección de Trump, y es que estamos experimentando el impacto que tienen en la comunicación política las tecnologías de la información, el manejo de datos, etc. Ha habido una campaña muy bien financiada de los partidarios del rechazo, de la derecha, en contra de la Constitución, que se basa en cuestiones que no son correctas como descripción del contenido del texto, pero han sido eficaces en el sentido de suscitar dudas en mucha gente. Cuán significativo será eso, lo vamos a ver el 4 de septiembre.

DW: ¿Cuáles son los aspectos principales que destacaría de la Constitución propuesta?

Fernando Atria: Los aspectos principales están enunciados en la frase inicial de la Constitución, que dice: Chile es un Estado social y democrático de derecho, es regional, plurinacional e intercultural y ecológico. Y después dice es una república solidaria, su democracia es inclusiva y paritaria. Creo que esos son los elementos centrales.

Se reconoce la importancia y centralidad de los derechos sociales: derecho a la educación, a la salud, a la seguridad social, a la vivienda, a los cuidados, al trabajo… Ese es el corazón de la nueva Constitución.

Plantea que es un Estado plurinacional, que busca una relación de paz y reconciliación con los pueblos originarios, después de 200 años de vida independiente. En Chile, esa relación ha sido más bien tóxica. Y es un Estado Regional, porque la nueva Constitución pretende reorganizar la distribución territorial del poder.

DW: Plantea explícitamente un Estado ecológico…

Fernando Atria: Yo creo que esta es de las primeras constituciones, sino la primera, que se debate no solo en condiciones de crisis ambiental -eso no es nuevo-, sino también de autoconciencia de la crisis ambiental. Y eso ha llevado a que la preocupación por la naturaleza y sus derechos -porque la Constitución le reconoce derechos- haya estado en el centro de la discusión constituyente.

DW: ¿Qué significará esto en un país donde la minería, por ejemplo, tiene un papel central? ¿Qué cambio profundo en la economía supondría esto?

Fernando Atria: Efectivamente, supone un cambio considerable. La Constitución fija los nuevos términos, en el sentido de que, al reconocer derechos a la naturaleza, le pone urgencia a las medidas orientadas a proteger esos derechos. Pero, en los hechos, Chile está enfrentado, como todo el mundo, a la pregunta de cómo la conciencia de la crisis climática y ambiental ha de llevar a encontrar un nuevo balance entre desarrollo económico y naturaleza. Esa es una cuestión que no está respondida, a mi juicio, en ninguna parte. (…) La Constitución, por lo mismo, no podía proponer una solución definitiva a una cuestión que es una preocupación en el mundo entero. Lo que hace es poner la urgencia de la dimensión ambiental, y eso se traducirá en políticas orientadas a respetar los derechos de la naturaleza, que tienen que ser discutidas y decididas en Chile, como están siendo discutidas y decididas en el resto del mudo ante la crisis que se avecina, o que ya está entre nosotros.

DW: Y, en cuanto a los derechos sociales, ¿cómo se puede garantizar que esto se lleve a la práctica?

Fernando Atria: El texto constitucional, por cierto, no es suficiente, pero sí es necesario para dejar atrás esta idea de un Estado subsidiario que, en Chile, a diferencia de Europa, significa Estado neoliberal. Y se refleja en la mercantilización de áreas sociales, porque se entiende que el Estado solo puede actuar en materias de educación, de salud, en la medida en que no haya mercados privados que puedan actuar adecuadamente. Esa es la comprensión que se tenía en Chile del principio de la subsidiariedad.

Fernando Atria, abogado y docente de la Universidad de Chile.

La nueva Constitución lo que hace es desechar esa idea y reemplazarla por la de un Estado social, que, por cierto, no implica la realización inmediata de los derechos, pero sí es una condición necesaria para empezar a construir los sistemas o los servicios que esos derechos requieren. Esta Constitución entiende los derechos sociales no como una promesa de provisión individualizada, sino como la necesidad de que esas esferas de la vida -como educación, salud, seguridad social, vivienda- se organicen de modo de asegurar a todos condiciones de igualdad. Por ejemplo, el correlato del derecho a la salud no es un conjunto de prestaciones que se le asegura a cada individuo; es la existencia de un sistema nacional de salud que es universal, público e integrado, de modo tal que el acceso a la protección de la salud dependa de condiciones de necesidad, y no de capacidad de pago.

DW: ¿Cómo ve el escenario en caso de que gane el rechazo?

Fernando Atria: Yo lo veo como un callejón sin salida. Porque el pueblo chileno ya decidió en plebiscito, en octubre de 2020, que Chile necesitaba una nueva Constitución, y también decidió que ella debía darse a través de una Convención Constitucional. Por consiguiente, yo creo que, políticamente hablando, lo único que corresponde hacer en caso del rechazo es convocar una nueva Convención Constitucional. El problema es que, desde el punto de vista jurídico, el efecto del rechazo es que simplemente continuaría vigente la Constitución de 1980. No hay más.

Fuente_ DW / Autor: Emilia Rojas Sasse

 

  • Publicado en Mundo

“Asegura estándares de calidad”: Urbanistas avalan derecho a vivienda en la Nueva Constitución

"Nos parece necesario reafirmar que el articulado de la Nueva Constitución en materia habitacional asegura estándares de calidad de vida en todos los tipos de vivienda, para todas las familias y comunidades, en función de los Tratados Internacionales y Convenciones de Derechos Humanos", señalaron en un comunicado.

Chile enfrenta en la actualidad una profunda crisis de vivienda, de acuerdo con cifras de Déficit Cero, recogidas en conjunto con el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, faltan 641.721 hogares en el país, lo que supone la cifra más alta registrada en los últimos 30 años.

La actual Constitución Política de Chile no hace referencia del derecho humano a una vivienda, consagrada en diversas normas internacionales, la que indica que debe ser digna y adecuada, es decir, no se debe interpretar en un sentido restrictivo simplemente de cobijo sino, debe considerarse más bien como el derecho a vivir en confortabilidad, seguridad, paz, dignidad y un ambiente sano.

Ante este escenario, la Convención Constitucional incluyó en la propuesta de la nueva Carta Magna el artículo 51 que consagra que “toda persona tiene el derecho a una vivienda digna y adecuada”.

El texto plantea que el «Estado tomará las medidas necesarias para asegurar su goce universal y oportuno, contemplando, a lo menos, la habitabilidad, el espacio y equipamiento suficientes, doméstico y comunitario, para la producción y reproducción de la vida, la disponibilidad de servicios, la asequibilidad, la accesibilidad, la ubicación apropiada, la seguridad de la tenencia y la pertinencia cultural de las viviendas, conforme a la ley».

Asimismo, el «Estado podrá participar en el diseño, la construcción, la rehabilitación, la conservación y la innovación de la vivienda. Considerará particularmente en el diseño de las políticas de vivienda a personas con bajos ingresos económicos o pertenecientes a grupos de especial protección.»

También deberá garantiza» la creación de viviendas de acogida en casos de violencia de género y otras formas de vulneración de derechos, según determine la ley», así como la «disponibilidad del suelo necesario para la provisión de vivienda digna y adecuada».

Otro punto se refiere a la administración de «un Sistema Integrado de Suelos Públicos con facultades de priorización de uso, de gestión y disposición de terrenos fiscales para fines de interés social, y de adquisición de terrenos privados, conforme a la ley.».

El Estado «establecerá mecanismos para impedir la especulación en materia de suelo y vivienda que vaya en desmedro del interés público, de conformidad con la ley».

De cara al Plebiscito de Salida del próximo 4 de septiembre, un conjunto de urbanistas, arquitectos, geógrafos y profesionales de disciplinas afines, a través de una declaración pública, manifestaron su respaldo a la las propuestas emanadas del órgano redactor para garantizar derecho a la vivienda en la nueva Constitución.

A continuación el texto completo:

Las personas abajo firmantes, académicas y profesionales de la planificación y estudios urbanos, la arquitectura, la geografía, y otras disciplinas afines, declaramos nuestra opinión respecto a la discusión pública sobre el Derecho a la Vivienda en la propuesta de la Nueva Constitución. Varias figuras públicas del Rechazo han señalado que la propuesta no garantiza el derecho a la vivienda propia, y que incluso representa una amenaza de quitarle las viviendas a la gente. Al respecto, señalamos lo siguiente:

El articulado sobre el Derecho a la Vivienda fue levantado como una Iniciativa Popular de Norma, por parte de muchas organizaciones de pobladoras y pobladores, que han venido luchando por estos derechos por largo tiempo. Entonces, está fuera de toda lógica que los pobladores hayan levantado una norma que las y los perjudique.

Las y los dirigentes de organizaciones de pobladores saben de la complejidad y tiempos en la localización y producción de viviendas. Y por lo tanto, entienden que una Nueva Constitución no les va a hacer caer viviendas desde el cielo, de la noche a la mañana. Saben que el proceso es largo, y tienen conciencia de la importancia de la consagración de los derechos sociales, como el de la vivienda, para mejorar las condiciones de vida en cada barrio, y en cada territorio. Y la Nueva Constitución responde a estas aspiraciones, saliendo de la discusión con enfoque individual, para avanzar hacia la esencia colectiva del derecho a la vivienda. Esto es, “el derecho de todas las personas, mujeres y hombres, a un lugar seguro donde vivir en paz y con dignidad”, como lo aprendimos desde hace veinte años del primer Relator Especial de Naciones Unidas para el Derecho a una Vivienda Adecuada.

La iniciativa popular de norma de la vivienda digna juntó más de 20.000 firmas. Entró a la discusión de las comisiones y fue aprobada por el pleno. El articulado contó con 133 votos en la Convención Constitucional, contando con 17 votos desde la derecha, incluido el del ex ministro de Vivienda y Urbanismo de Sebastián Piñera (Cristián Monckeberg), lo que es de toda lógica y sentido común, cuando se conocen las urgencias de la población y se ha tenido que gestionar la provisión de vivienda social.

El derecho a la propiedad, aquí referido a la vivienda, está resguardado en el artículo 78 de la Nueva Constitución, en completa forma y fondo. En sus aspectos de protección a las personas afectadas por expropiaciones, es equivalente a las normas de países de la OCDE. La norma propuesta retoma los aspectos fundamentales de la propiedad, como es su función social, y la relaciona con la función ecológica, esencial para nuestro futuro.

El articulado del derecho a la vivienda en la propuesta de la Nueva Constitución, con cada uno de sus detalles, corresponde a las obligaciones de Estado, definidas por los Tratados Internacionales y Convenciones de Derechos Humanos, suscritos por Chile. El derecho a una vivienda adecuada, precisado en 1991 por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ratificado en constituciones de países de los cinco continentes, se define a partir de siete atributos: (1) seguridad jurídica de tenencia, (2) disponibilidad de servicios, materiales, equipamiento e infraestructura, (3) asequibilidad, (4) habitabilidad, (5) accesibilidad, (6) localización, y (7) adecuación cultural. En la Nueva Constitución, esto se traduce en que, para las familias que ya tienen vivienda adecuada, existe el derecho a que se mejore su barrio, y a que sigan viviendo ahí si lo prefieren. Y para quienes no tienen vivienda, independientemente de su nivel de ingresos, implica una obligación progresiva del Estado para el acceso a una vivienda digna y el desarrollo de barrios amables y seguros.

A su vez la propuesta de Nueva Constitución representa un importante avance en materia de política de suelo urbano, y es consistente con las recomendaciones que vienen dando distintos organismos internacionales sobre este tema. Ya en 1976, la Declaración de la ONU sobre Hábitat y Asentamientos Humanos reconocía que “El suelo es uno de los elementos fundamentales de los asentamientos humanos. Todo Estado tiene derecho a tomar las medidas necesarias para mantener bajo control público el uso, posesión, disposición y reserva del suelo (…) Las políticas de uso del suelo y de propiedad debieran garantizar el control de la tierra en interés público (…) Los propietarios de la tierra no deben lucrar con el incremento del precio del suelo que resulta de la inversión pública en infraestructura” (ONU, 1976). La propuesta de Nueva Constitución, a través de los Artículos 51 y 52, sienta las bases para que resolvamos como sociedad una política de suelo urbano, sin la cual los desafíos y urgencias en vivienda resultan inabordables.

Bajo la constitución de Pinochet, que no reconoce el derecho a la vivienda, se lamentaron un sinnúmero de abusos que han puesto constantemente en tela de juicio el ejercicio efectivo de este derecho: bancos entregaron créditos hipotecarios usureros para las viviendas sociales y PET; con el subsidio habitacional, empresas construyeron casas y departamentos diminutos, de mala calidad, en la periferia lejana; el Estado abandonó las poblaciones tradicionales que caen a situaciones de precariedad; instituciones financieras crean “nano-viviendas” en los llamados “guetos verticales”, destrozando las condiciones de vida en áreas centrales; y propietarios de terrenos y viviendas explotan a familias pobres y migrantes, en especial a aquellas constituidas por mujeres jefas de hogar, entre otras consecuencias. La Nueva Constitución, al garantizar el derecho a la vivienda digna, se propone poner fin a estos abusos al contemplar viviendas de calidad y en propiedad, reconociendo los derechos fundamentales de mujeres y hombres para el alcance de la dignidad humana.

Los representantes del Rechazo, mañosamente, han querido torcer el debate constitucional e ilustrar la política de arriendo justo como una muestra de la falta de protección a la propiedad privada, y como una forma de atemorizar a las familias desde la ignorancia. Pero se olvidan que esa política de arriendo comenzó en el primer gobierno de Sebastián Piñera, luego del terremoto de 2010, a sugerencia de organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, y con un diseño inicial que tenía como principal ejemplo el programa Section 8 de Estados Unidos. El arriendo, tanto en gobiernos anteriores como en el actual, y tanto en Chile como en todo el mundo, es una política que complementa la entrega de vivienda en propiedad, ya que cumple una función distinta, y por lo mismo es apoyado por gobiernos de todo el arco político y situación geográfica.

Por todo lo anterior, nos parece necesario reafirmar que el articulado de la Nueva Constitución en materia habitacional asegura estándares de calidad de vida en todos los tipos de vivienda, para todas las familias y comunidades, en función de los Tratados Internacionales y Convenciones de Derechos Humanos. Esto es posible porque contamos con el respaldo de organizaciones de pobladoras y pobladores en todas las ciudades del país, y con el apoyo de la experiencia técnica y jurídica de quienes, por años, hemos acompañado los anhelos de miles de chilenas y chilenos por hacer de nuestras ciudades y barrios, espacios dignos y seguros para el desarrollo, reproducción y cuidados de nuestras vidas.

FIRMAN

  1. Aarón Jiménez, Arquitecto/ urbanista, Asesoría Urbana Ñuñoa.
  2. Adolfo López Sepúlveda, Arquitecto/Urbanista e Investigador del Hábitat. Consultor Independiente.
  3. Alba Vásquez Jiménez, Socióloga, Doctorado Territorio, Espacio y Sociedad, FAU, Universidad de Chile.
  4. Alberto Pizarro Saldías, Geógrafo, Director de la Inmobiliaria Popular de Recoleta.
  5. Alejandra Celedón Forster, Jefatura Magister en Arquitectura, Pontificia Universidad Católica. Arquitecta.
  6. Alejandra Rasse, profesora de la Escuela de Trabajo Social, e investigadora del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) y del Centro de Estudios de la Cohesión y el Conflicto Social (COES), en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
  7. Alejandro Tirachini, Profesor Asociado, Departamento de Ingeniería Civil, Universidad de Chile.
  8. Alexis Cortés, Profesor Departamento de Sociología, Universidad Alberto Hurtado.
  9. Alfredo Rodríguez, urbanista, SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación.
  10. Alicia Alarcón Ramírez, Arquitecta y Magister en Gestión y Planificación Ambiental UCh, ex Directora Nacional Colegio de Arquitectos de Chile.
  11. Alonso Moller Bravo, Planificador Urbano – Sociólogo.
  12. Alvaro Palacios Klagges, Ingeniero Civil en Geografía.
  13. Álvaro Sallés Rojas, Arquitecto urbanista, Mg Hábitat Residencial Universidad de Chile, Diplomado en Políticas Públicas UC, Coordinador territorial urbano Programa Quiero mi Barrio, SEREMI MINVU RM.
  14. Ana Dall’Orso Sobrino, Arquitecta. I C.A. 2059.
  15. Ana Parraguez, Académica Trabajo Social UC.
  16. Ana Pastor, Magister en Urbanismo, Miembro de Habitar Argentina y Representante de ALyC en HIC – Coalición Internacional del Hábitat.
  17. Ana Sugranyes Bickel, urbanista. Housing and Land Rights Network (HIC-HLRN), Comité Hábitat del Colegio de Arquitectes de Chile.
  18. Ana Vergara San Martín, Fundadora grupo COLEGAS ARQUITECTOS de Facebook. Arquitecta, Gerente Royal Fortress SpA.
  19. Andrés Letelier Oteiza, Arquitecto Urbanista.
  20. Angela Núñez Durán, Arquitecto Urbanista, Magíster en Arquitectura.
  21. Antonieta Surawski C., Arquitecta UChi-UV. Master Planificación Urbana y Regional, York University Canadá.
  22. Benjamín Donoso S.J., Capellán RM Techo-Chile, Master en Planificación Urbana UIC Chicago.
  23. Benjamín Gramsch, Doctorante en Ciencias Urbanas, ETH Zürich.
  24. Bernardita Devilat, Senior Reseach Fellow, Centro de Arquitectura, Urbanismo y Patrimonio Global, Nottingham Trent University, Arquitecta.
  25. Bernardo Reyes Ortiz, ecólogo, docente de Economía Ecológica Universidad de Concepción, y presidente de Ética en los Bosques.
  26. Bernardo Valdés, Arquitecto Urbanista, Ministerio de Obras Públicas.
  27. Camila Cociña, planificadora e investigadora urbana, University College London.
  28. Camila Ramírez, Arquitecta / Urbanista. Directora Ejecutiva Fundación Urbanismo Social.
  29. Camila Sepúlveda Tapia, arquitecta urbanista, Seremi Minvu Los Ríos.
  30. Carla González Maier, arquitecta urbanista.
  31. Carlos Aguirre-Nuñez, Constructor Civil, Dr. en Gestión Urbana.
  32. Carlos Carroza Sandaño, Magíster en Desarrollo Urbano, Secretario Ejecutivo del Observatorio de Derechos Humanos y Gobiernos Locales.
  33. Carlos Silva Pedraza, Arquitecto, Magíster en Desarrollo Urbano, Profesor Adjunto Escuela de Arquitectura UC.
  34. Carmen Gloria Troncoso Melo, arquitecta/urbanista + estudiante de Derecho. Carolina Moore, Planificadora urbana. Investigadora y estudiante de doctorado, University College London.
  35. Carolina Muñoz, Geógrafa – Urbanista. Consultora Independiente.
  36. Carolina Rojas Quezada, Geógrafa. Dra., Profesora Instituto de Estudios Urbanos UC.
  37. Catalina Justiniano, Arquitecta y Urbanista, Secretaría Ejecutiva Consejo Nacional de Desarrollo Urbano.
  38. Catalina Zúñiga Olave, arquitecta urbanista.
  39. Christian Matus Madrid, Antropólogo Social, Profesor Instituto Estudios Urbanos, Universidad Católica de Chile.
  40. Claudia González Muzzio, Arquitecta, especialista en planificación urbana.
  41. Claudia Oliva, Arquitecta. Docente Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
  42. Claudio Guerra Moreno, Arquitecto UNAP, Encargado Vivienda y asesor de planificación en IM Huara, Estudiante Magíster en Hábitat Residencial en Universidad de Chile, FAU.
  43. Claudio Pulgar-Pinaud, Arquitecto urbanista.
  44. Constanza Santis S., Panificadora urbana, Magíster en desarrollo urbano UC. Consultora urbana.
  45. Constanza Vásquez Guzmán, Arquitecta Urbanista y de Espacios y Edificación Pública.
  46. Cristian Castillo, Arquitecto.
  47. Cristián del Canto Quiroga, Arquitecto urbanista, académico e investigador en Centro de Seguridad Urbana, Universidad Alberto Hurtado.
  48. Cristina Huidobro Tornvall, Arquitecta y Urbanista.
  49. Damián Maffioletti, Estudiante Magister en Desarrollo Urbana y Estudiante Planificación Urbana, UC.
  50. Daniel Arancibia, Urbanista.
  51. Daniel Espinoza Novoa, Arquitecto.
  52. Daniel Meza Corvalán, arquitecto.
  53. Daniel Opazo, Arquitecto, profesor asociado Departamento de Arquitectura, Universidad de Chile.
  54. Darinka Czischke, Profesora, Facultad de Arquitectura y del Ambiente Construido, Universidad Tecnológica de Delft, Países Bajos.
  55. David Kornbluth Camblor, Universidad de Chile.
  56. David Silva Johnson, Abogado y Doctorado en Planificación Urbana. Profesor de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
  57. Diego Ajo Sagredo, Historiador.
  58. Diego Edwards Zamora, Arquitecto.
  59. Diego Morales Requena, Arquitecto, Mg. en Urbanismo U. Chile.
  60. Dino Bozzi F., Profesor Escuela de Arquitectura, Universidad Católica.
  61. Dolores Reyes, Arquitecta urbanista.
  62. Eduardo Barrón Gattas, arquitecto urbanista.
  63. Eduardo Guerrero, Arquitecto, Urbanista. Master en Diseño Urbano, University of California, Berkeley. Académico en School of Architecture, University of Arizona, Tucson.
  64. Elizabeth Leonor Andrade Huaringa, Premio Nacional de DDHH 2022.
  65. Elizabeth Zenteno Torres, Socióloga, Académica del Departamento de estudios territoriales y diálogos interculturales, Universidad de Playa Ancha.
  66. Enrique Rajevic, Abogado, profesor Universidad Alberto Hurtado.
  67. Enrique Venegas Flores, Arquitecto, Magíster en Arquitectura y en Planificación Territorial; Presidente del Comité de Desatollo Urbano y Territorial del Colegio de Arquitectos de Chile.
  68. Esteban Rodríguez Soto, Arquitecto Urbanista. Consultor independiente.
  69. Esteban Serey, Abogado, integrante del Movimiento Vivienda Digna, Estudiante de Magíster en Desarrollo Urbano UC.
  70. Evaniza Rodrigues, Trabajadora social, militante de la Uniao Nacional por Moradia Popular de Brasil.
  71. Evelyn Navarrete Jaque, Planificadora Social.
  72. Felipe Lanuza, Arquitecto / investigador Nottingham Trent University, profesor University of Sheffield.
  73. Felipe Ortega Núñez, arquitecto urbanista.
  74. Felipe Pereira Vilches, Arquitecto urbanista, UTEM.
  75. Felipe Valdenegro Pozo, Administrador Público, Master en Urbanismo, Serviu Metropolitano.
  76. Felipe Valenzuela, Sociólogo.
  77. Florencia Vergara, Geógrafa y Estudiante de Magíster en Desarrollo Urbano UC.
  78. Francisca Reyes Strappa, Músico Universidad de Chile.
  79. Francisco Azagra Parodi, Master en Diseño Urbano. Profesor asociado escuela de Arquitectura Ucen / Utem.
  80. Francisco San Martín Ide, Arquitecto, Universidad de Chile, Máster en Planeamiento Urbano y Territorial Universidad Politécnica de Madrid.
  81. Francisco Vergara P., urbanista, director Centro Producción del Espacio UDLA.
  82. Francisco Walker M, Arquitecto y Planificador Urbano, miembro del Laboratorio 9×18 UC, coordinador de proyectos y estudios urbanos en ARDEU.
  83. Freddy Alarcon, Geógrafo Magister Planificación Territorial y Medio Ambiente, Minvu.
  84. Gabriel Reyes Strappa, Arquitecto y urbanista.
  85. Gabriela Bastías Acuña, Geógrafa y Magíster en Desarrollo Urbano UC.
  86. Gastón Vega Buccicardi, Arquitecto, UCEN. Genaro Cuadros Ibáñez, arquitecto y urbanista, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
  87. Gianna Salamanca, Artista interdisciplinaria enfocada en rehabilitación socioambiental y desarrollo territorial sostenible.
  88. Giovanni Vecchio, Profesor del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile, e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS).
  89. Grace Gala, Arquitecto vialidad.
  90. Gricel Labbé, Geógrafa, directora ONG Observatorio CITé.
  91. Guillermo Figueroa A., Arquitecto.
  92. Guillermo Villegas Barrios, Arquitecto urbanista.
  93. Gustavo Vicentini, Arquitecto Urbanista.
  94. Hans Muhr Münchmeyer, Licenciado en Arquitectura y Paisajista.
  95. Harold Romo, Arquitecto.
  96. Héctor Andreu Cuello, Arquitecto UCH.
  97. Heraldo Bocaz, Geógrafo / Urbanista.
  98. Hernán Orozco Ramos, Académico Universidad Tecnológica Metropolitana, Director ejecutivo Corporación Ciudad Común.
  99. Ignacio Arce Abarca, Geógrafo.
  100. Ignacio Silva Didier, Abogado.
  101. Igor Rosenmann, Arquitecto Urbanista, Msc PUC. Profesor Escuela de Arquitectura UAHC.
  102. Irene Baeza Pinto, Ingeniera Civil mención Transporte. Universidad de Chile. Especialista en Estudios de Capacidad Vial para Instrumentos de planificación territorial.
  103. Isabel Serra, arquitecta, Msc Gestión de Políticas Públicas UCH, consultora CEPAL.
  104. Isabel Zapata Alegría, Arquitecta urbanista, especialista en vivienda social y barrios.
  105. Ivo Gasic, profesor del Departamento de Geografía, Universidad Alberto Hurtado.
  106. Jade Aedo Galleguillos, Arquitecta, Académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
  107. Jaime Pujol, Arquitecto y Urbanista.
  108. Javier Ruiz-Tagle, profesor del Instituto de Estudios Urbanos, e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) y del Centro de Estudios de la Cohesión y el Conflicto Social (COES), en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
  109. Jerónimo Bouza Vila, Antropólogo.
  110. Jilan Hosni, Arquitecta y planificadora urbana, corporación Patrimonio Edificado y Contexto.
  111. José Agustín Vásquez M., Arquitecto UCH-V, Mg en Filosofía, profesor titular Escuela de Arquitectura Universidad de Valparaíso.
  112. José Paulsen Brito, arquitecto y urbanista.
  113. José Piga, Municipalidad de Santiago.
  114. Juan Correa Parra, Geógrafo, Investigador Centro Producción del Espacio UDLA.
  115. Juan Esteban Alvarado, Arquitecto UV. Magister en arte Universidad de Chile.
  116. Juan Manuel Sanchez Medioli, arquitecto y urbanista.
  117. Juan Pablo Urrutia, Académico Instituto de la Vivienda, Universidad de Chile
  118. Julio Alegría Gregorio de Las Heras, Consultor Privado.
  119. Karina San Martin, Arquitecta Ubanista.
  120. Lake Sagaris, profesora del Instituto para el Desarrollo Sustentable, directora del Laboratorio de Cambio Social, e investigadora del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) y del Centro de Excelencia en Transporte Rápido en Buses, BRT, de Ingeniería de Transporte, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  121. Lautaro Ojeda, Arquitecto/ urbanista, profesor Escuela de Arquitectura UV.
  122. Leonardo Agurto Venegas, Dr Arquitecto, Director y Académico del Instituto de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Austral.
  123. Leonardo Cortés, Arquitecto / magister en desarrollo urbano. Académico y planificador. Leonardo Vera Bórquez. Arquitecto Urbanista, Territorio y Ciudad Consultores.
  124. Leonel Pérez-Bustamante, Arquitecto y Dr. en Urbanismo. Académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción. Investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) en la UDEC.
  125. Liliane Etcheberrigaray, Arquitecto Rural en Movimiento.
  126. Lisette Soto, Socióloga, investigadora en hábitat y políticas de vivienda.
  127. Loreto Banderas Montalva, Funcionaria Pública.
  128. Loreto Fernández, Arquitecta urbanista Cordesan, Municipalidad de Santiago.
  129. Loreto Wahr Rivas, Arquitecta y Urbanista.
  130. Luís Alberto Araya Lepicheo, Ingeniero en Geomensura. Magister en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente. Profesor de la cátedra de Análisis y Ordenamiento Territorial. Director del Grupo de Estudios Territoriales y Geomáticos de la Universidad de Antofagasta.
  131. Luis Eduardo Bresciani L., Arquitecto – Urbanista, Master en Diseño Urbano.
  132. Luis Fuentes, Geógrafo, Magister en Desarrollo Urbano, y Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos.
  133. Manuel Marchant, Arquitecto, Ex Director Colegio de Arquitectos de Chile.
  134. Marcelo Cooper, Arquitecto urbanista, consultor y funcionario público.
  135. Marcelo Corti, Arquitecto y urbanista.
  136. Marcelo Reyes, Arquitecto y urbanista.
  137. Marcia Cuiza Vásquez, Arquitecta urbanista.
  138. Marcia Moreno, Profesora jubilada.
  139. Marcos Canales Cádiz, Trabajador Social, Magister en Gestión y Políticas Publicas.
  140. Margarita Leonor Méndez González, Geógrafa, Magister en Políticas públicas y Gobierno.
  141. María Eliana Pino N., Académica Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial, Dra. en Gestión y Valoración Urbana.
  142. María José Castillo, Arquitecta Urbanista.
  143. María José Martínez Leiva, Trabajadora Social, Estudiante Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos, PUC.
  144. María Luisa Méndez Layera, Profesora Instituto de Estudios Urbanos UC, Directora COES.
  145. María Patricia Henríquez, Académica Facultad de Arquitectura y Urbanismo, U. de Chile.
  146. María Silvia Emanuelli, Abogada/Coalición Internacional para el Hábitat, Oficina
  147. para América Latina (HIC-AL). Maricarmen Tapia Gómez, Arquitecta urbanista, Directora Crítica Urbana: Revista de estudios urbanos y territoriales.
  148. Marie Pompei, socióloga, Secretariado general Hábitat International Coalition.
  149. Mario Mendoza Bravo, Arquitecto.
  150. Mario Neira Quiroga, Arquitecto Urbanista.
  151. Marisol García González, Arquitecta Urbanista, PhD Planificación Urbana. Martín Arias Loyola, Doctor en Geografía Económica y Estudios de Planificación. Director Magíster en Gerencia Pública y Desarrollo Regional, Departamento de Economía, Universidad Católica del Norte.
  152. Matías Delpiano Kaempffer, Arquitecto, Jefe del Departamento de Gestión Urbana del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
  153. Mauricio Jara Campos, Ingeniero civil mención transporte, Universidad de Concepción. Docente Ingeniería Civil, Universidad de la Frontera.
  154. Maximiano Atria, profesor asociado, FAU, Universidad de Chile.
  155. Michael Lukas, Profesor Asistente, Departamento de Geografía, Universidad de Chile.
  156. Miguel Lawner. Premio Nacional de Arquitectura 2019.
  157. Miguel Pérez, Profesor Asistente, Departamento de Antropología, Universidad Alberto Hurtado. Investigador Asociado, COES.
  158. Miguel Santibáñez, Arquitecto Urbanista, PHD UCL, Bélgica. Profesor Escuela Arquitectura UAHC.
  159. Militza Vitali Uribarri, Arquitecto PUC, Diplomada en Políticas Públicas y en Planificación y Ordenamiento Territorial. Encargada de vivienda desde el ámbito Municipal.
  160. Mimi Cavalerie, Editora / Campaña derecho a la ciudad Concepción.
  161. Moisés Scherman, Economista especialista en Planificación Urbana.
  162. Mónica Bustos Peñafiel, Arquitecta/urbanista, académica Instituto de la Vivienda, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
  163. Mónica Flores, Arquitecta y urbanista.
  164. Natalia Bustos, Arquitecta.
  165. Natalia Labbé, Abogada DD.HH., U. de Chile.
  166. Nelson Carroza Athens, Sociólogo, académico Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Playa Ancha.
  167. Nicolás Verdejo, Docente Stuckeman School of Architecture, Pennsylvania State University.
  168. Norma Riveros Monsalve, Arquitecta y Urbanista, co-fundadora Colectiva Urbanismo, Mujeres y Ciudad LATAM.
  169. Olga Segovia, arquitecta, SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación y Red Mujeres por la Ciudad.
  170. Oscar Barril, arquitecto, Universidad de Chile.
  171. Oscar Figueroa, Profesor Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, U. Católica.
  172. Pablo Durán Romero, Mg. en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente IEUT- UC, Trabajador Social UdeC.
  173. Pablo Fuentes Flores, Arquitecto Urbanista, Director Ciudad de Bolsillo.
  174. Pablo García Guerra, Arquitecto Urbanista.
  175. Pablo Guzmán Martínez, arquitecto, académico del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
  176. Pablo Hermansen Ulibarri, Diseñador, Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos.
  177. Pablo Juica Yantén, Arquitecto Urbanista, Corporación Ciudad Común.
  178. Pablo Oliva, Arquitecto.
  179. Pablo Páez, Historiador, Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos.
  180. Pablo Saravia Ramos, Departamento de estudios territoriales y diálogos interculturales. UPLA.
  181. Pablo Yáñez Gálvez, Arquitecto, funcionario público.
  182. Paola Jirón, profesora del Instituto de la Vivienda, jefa del Doctorado en Territorio, Espacio y Sociedad (DTES), e investigadora del Centro de Estudios de la Cohesión y el Conflicto Social (COES), en la Universidad de Chile.
  183. Paola Velásquez Betancourt, Profesora, Departamento de Urbanismo, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
  184. Patricia Boyco Chioino, Antropóloga.
  185. Patricia Zárate Sáez, Arquitecta UCH, Arquitecta independiente.
  186. Patricio Vega Zurita, Planificador Urbano, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  187. Paul Eaton, Arquitecto, Master en Arquitectura mención Ciudad y Territorio PUCV.
  188. Paula Orta Camus, Arquitecta, profesora escuela de arquitectura Universidad Católica de Chile.
  189. Paula Rodríguez, cientista social.
  190. Paulina Ahumada, Arquitecta Urbanista.
  191. Pavel Ayala Lienqueo, Estudiante de Planificación Urbana, Pontificia Universidad Católica de Chile. Máster (c) en Políticas de Suelo y Desarrollo Urbano Sostenible, UNED-Instituto Lincoln de Políticas de Suelo.
  192. Paz González Jara, Geógrafa, especialista Senior Socio ambiental en consultora Relacionados+.
  193. Pedro Palma Calorio, Profesor/instructor departamento de Geografía, Universidad de Chile, cofundador ONG Observatorio CITÉ.
  194. Pierre Arnold, Urbanista especializado en producción social del hábitat, encargado de proyectos en urbaMonde – Francia.
  195. Pilar Goycoolea Ferrer, Ingeniera Comercial UC/Urbanista – Presidenta Directorio Fundación Urbanismo Social.
  196. Pilar Hernández F., Planificadora Urbana, Magíster en Desarrollo Urbano, IEUT UC.
  197. Quentin Ramond, Profesor en el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  198. Ricardo Cruz Pecaric, Arquitecto PUC.
  199. Ricardo Greene, urbanista.
  200. Ricardo Hurtubia, Profesor de la Escuela de Arquitectura y del Departamento de Ingeniería de Transporte de la Universidad Católica de Chile. Investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS).
  201. Ricardo Riveros Celis, arquitecto del paisaje, Mgt. urbanismo UCh, Presidente IFLA AR.
  202. Ricardo Truffello Robledo, Profesor Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC, Investigador CEDEUS / CENAMAD, Director Observatorio de Ciudades UC.
  203. Roberto Moris, Profesor Escuela de Arquitectura e Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC / Miembro de PLANRED.
  204. Rocío de Triana Carrera, Arquitecta Urbanista.
  205. Rodrigo Caimanque, Profesor Asistente, Departamento de Urbanismo, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
  206. Rodrigo Villamandos Contreras, Arquitecto, U. de Chile.
  207. Rubi Hodek F Torres, Arquitecta/especialista en planes, programas, políticas habitacionales y dirección de proyectos.
  208. Sahira Bustos, Ingeniera Civil en Obras Civiles, Ingeniera en construcción, dibujante proyectista.
  209. Salvador Ferrer Briceño, Sociólogo, Mg. en Urbanismo, Coordinador Técnico Secretaría Ejecutiva de Condominios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
  210. Sami Leyton, Planificador Urbano, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  211. Sandra Iturriaga, Arquitecta, Docente Facultad Arquitectura y Estudios Urbanos, Universidad Católica de Chile.
  212. Sebastián Ahumada, Arquitecto, Director Secpla San Miguel.
  213. Sebastián Gray, Profesor, Escuela de Arquitectura, Universidad Católica de Chile.
  214. Sebastián Hermosilla, Director de Infraestructura de la Corporación Municipal de Renca.
  215. Sebastián Laclabere A., Arquitecto y Diseñador Urbano, profesor Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago de Chile, USACH.
  216. Sebastián Luco de la Jara, arquitecto y académico de vivienda en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
  217. Tai Lin, Docente carrera Geografía UAHC y Arquitectura UTEM.
  218. Tomás Carrasco Ulloa, Arquitecto.
  219. Tomás Echiburú Altamirano, Arquitecto urbanista, concejal por Providencia, académico PUC.
  220. Valentina Pineda Mendizábal, Geógrafa Urbanista, investigadora Rumbo Colectivo.
  221. Valentina Rozas Krause, PhD, arquitecta y urbanista, profesora DesignLab, Universidad Adolfo Ibáñez.
  222. Valentina Saavedra Meléndez, académica del Instituto de la Vivienda de la Universidad de Chile, directora de Vértice Urbano.
  223. Valentina Salgado, Arquitecta Urbanista, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  224. Vicente Burgos Salas, Abogado Urbanista, PhD en Planificación Urbana. Víctor Alegría Corona, Arquitecto, Master en Diseño Urbano U. Melbourne. Investigador y profesor invitado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
  225. Víctor Gálvez Astudillo, Arquitecto.
  226. Víctor Orellana Acuña, Arquitecto.
  227. Viviana Teuche Vega, Arquitecta.
  228. Ximena Bórquez D., arquitecta, especialista en planificación urbana.
  229. Ximena de la Barra, arquitecta urbanista.
  230. Ximena Galleguillos, Geógrafa urbanista.
  231. Ximena Villegas, arquitecta urbanista.
  232. Yasna Contreras, Profesora Asociada, Departamento Geografía FAU/UCHILE, Fundadora VIVIENDAMIGRANTE.
  233. Zorka Aristegui Ivanovic, Arquitecta, Académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Fuente: El Ciudadano / Autor: Leonardo Biutrago.

Raúl Zurita y la nueva Constitución: “Si no miramos el futuro con amor, no entendemos nada”

En tiempos de definiciones, Raúl Zurita no duda. Asegura que el Apruebo es un acto de amor hacia las futuras generaciones y que la propuesta, con sus errores y turbulencias, encarna todas las sensibilidades que representan al pueblo de Chile: «Yo me siento profundamente representado, pese a todas las mentiras construidas que han sido feroces”.

“La perversión de la palabra”, así llama el poeta Raúl Zurita, premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020, a las campañas del terror que han proliferado de cara al plebiscito de salida sobre la propuesta de nueva Constitución. Dice que es una cosa muy “fregada” porque se pierden los significados y la mentira empieza a ganar terreno.

Si esto sucede, asegura, no existe posibilidad de debate. Y recuerda, como si fuera un cruel déjà vu, que la campaña de Frei y Allende también estuvo marcada por los infundios. Aunque advierte, con la convicción de quien ha vivido varios ciclos políticos, que este tipo de campañas siempre terminan revirtiéndose en contra de los mismos difamadores.

-Por eso ha dicho que aprobar la nueva Constitución es un acto de amor.

Sí, es un acto de amor por el futuro, por los jóvenes, por los niños y niñas. Por todos aquellos seres que nos sucederán. Uno piensa en los hijos, los nietos y nietas. Esta Constitución es para ellos. Es una especie de pasada de mano. Si no miramos el futuro con amor, no entendemos nada. A veces he dicho que el amor es la última barrera que uno le opone a la muerte. Por eso digo que es una Constitución de amor, con todos sus errores y turbulencias, fue el pueblo de Chile el que estaba ahí representado.

-¿Es la Constitución, en rigor, un gran poema colectivo?

Sí, lo es porque en su construcción intervinieron todas las sensibilidades, todas las posiciones, todas las clases. De allí surge un texto armonioso y bello, construido por todos. Yo me siento profundamente representado, a pesar de todas las mentiras construidas que han sido feroces. Recuerdo la campaña del terror en la elección de 1964 contra Allende, pero no se dan cuenta que de repente esas campañas se revierten contra ellos mismos. Eso, finalmente, es la perversión del lenguaje, porque al mentir las palabras empiezan a significar otras cosas. Ellos saben que están mintiendo, ellos saben que nadie va a meter a cinco familias de venezolanos en tu casa. Para mí es incluso más claro el fascista extremo, pero no este conglomerado medio resbaloso y amarillento. Tampoco quiero que sea interpretado como un ataque personal, pero siempre en la historia han aparecido personajes como los «amarillos por Chile» y su trasfondo de arribismo, además ese nombre “Amarillos por Chile”, tiene algo profundamente ridículo.

-¿Qué es lo que encarnan, en el fondo, estos personajes?

Encarnan los temores, los pequeños privilegios, la aspiración arribista, aunque la clase que verdaderamente detenta el poder nunca los aceptará como parte de los suyos. Estoy seguro que saben que la Constitución es una gran posibilidad, pero lo que los hace más turbios es que es un juego de poder de muy baja catadura. Entonces ahora, de repente, aparecen los iluminados. Siempre en la historia emergen estos personajes cuya ambición es tan grande como su insignificancia.

-Quizá están mostrando su verdadero rostro.

Yo creo que sí. Entiendo que hayan cambios, por supuesto, que alguien cambie de partido, pero el Plebiscito es un rasgo donde te reconoces con tu pueblo y, si no te reconoces con él, te perdiste para siempre.

-¿Lo decepcionó Lagos?

Sí, pero es algo antiguo, cuando a poco de asumir su gobierno se reunió con los empresarios en Icare y no le dio ninguna audiencia a la CUT. Yo lo había visto como un nuevo Allende y fue una equivocación mía, pero no recibir a la CUT me marcó y lo dije en una entrevista cuando él estaba con una aprobación de más del 70 por ciento. Lo de Lagos ha sido muy triste, que un tipo de su potencia y envergadura se haya convertido en nada, ni chicha ni limoná, como dice la canción de Víctor Jara. Es tan simple como eso.

-¿Qué es para usted un Estado solidario?

Un Estado solidario es donde uno sea digno de mirar y de ser mirado por otro. Si tú eres capaz de abrazar a otro y ese otro es capaz de abrazarte a ti, ambos son solidarios en su emoción, en sus diferencias, en sus cuerpos, en sus dolores. Siempre he imaginado que la única cosa que cuenta es poder abrazar a otro.

-¿Crees que faltaba reconocernos en cierto dolor colectivo?

Sí, por supuesto. Pero cómo no va a ser doloroso ver de repente un punto verde, en medio del desierto, y saber que el agua que se acaparó es de un tipo que exporta paltas. Las castas, en definitiva, son las que desnaturalizan la realidad. Ni siquiera se trata de un concepto religioso, como puede ser el hinduismo, sino que son castas porque están construidas en función del poder del dinero. En una sociedad de castas la única equivalencia es que un dólar solo es igual a un dólar, por lo que si tienes 100 dólares, vales 100 veces más que uno que solo tiene uno. Por eso prefiero infinitamente la igualdad de la dignidad y no la desigualdad del dinero.

-¿Qué piensa de la propiedad privada?

Es un derecho humano, pero me cuesta mucho entender esa avidez de ir acaparando todo.

-¿Cómo ha visto el proceso de discusión sobre el reconocimiento de los pueblos originarios, los debates que hubo al respecto?

El menosprecio hacia el indio, en esta sociedad de castas, ha sido feroz. Me da vergüenza repetir incluso las cosas que se dicen. Los patéticos llamados a los militares sin considerar, por ejemplo, el caso mexicano donde se militarizó la guerra contra los narcos. Es tan impresionante lo que la República de Chile, no los españoles, le hizo al pueblo mapuche, a los que se les despojó de sus territorios, se demonizó su cultura y su lengua.

-¿Por qué crees que emerge ese Chile tan reaccionario, duro y clasista?

Es producto fundamentalmente de la imposición de la tiranía del capital y de su expresión más totalizadora, extrema y enloquecida como lo es el neoliberalismo, donde el clasismo es más extremo que el de antaño, más cruel, duro y directo. Antes estaba el cristianismo y todo ese embeleco de la caridad. Es cierto que las condiciones de pobreza eran mayores. Ya no hay niños sin zapatos, esos “Piececitos de niño, azulosos de frío”, como decía Gabriela Mistral, pero esta impudicia de la riqueza en la actualidad es repugnante.

-Los plebiscitos son por lo general eventos polarizantes, ¿cómo ha visto el proceso de debate de ideas, si es que podemos llamarlo así?

Es la conocida actitud que tomó la dictadura: mentir, mentir, mentir, entonces te niegas al debate porque debatir es siempre enfrentarte con la esperanza. Ahora, mira, cómo explicar que cuando se hizo la editorial Quimantú, un producto de la Unidad Popular que se repartía en los quioscos, y estaba lleno de libros como habló Matamala en su gran artículo. Y después se dice que la gente no entiende lo que lee. ¡Pero, por favor, qué arrogancia!

-¿Hay una mirada oligárquica en todo eso?

Hay una revancha. Yo creo que lo que están haciendo es una campaña contra el estallido social. Una campaña por volver a una sociedad que se quería domesticada, a un país aplastado por la inequidad. A veces pienso si realmente lo saben. Si realmente se darán cuenta de lo que están haciendo. Incluso, a veces, llego a dudar.

-¿La banalidad del mal?

Puede ser la famosa banalidad del mal de la Arendt, sí.

-¿Cree que con esta nueva Constitución se dejará definitivamente atrás a Pinochet o todavía es un germen latente en el país?

Creo que es un germen que todavía está presente. Por eso la lucha contra el fascismo tiene que ser en todos los ámbitos: político, ideológico, cultural, histórico, pero nunca hacerle a un fascista lo que ese fascista no dudaría en hacerte a ti. Creo que eso sintetiza todo. Una lucha total en todos los frentes, pero nunca hacerles lo que ellos no dudaron en hacernos a nosotros.

-¿Qué es lo que más lo ha entusiasmado de la lectura de la Nueva Constitución? ¿Alguna frase, palabra o idea?

Me gusta el principio, entiendo que hay partes más áridas, más técnicas, que se pudieron haber explicado mejor. Es verdad, es como la canción de Milanés que citó la Michelle Bachelet: “No será perfecta, más se acerca a lo que simplemente soñé”.

-¿Con qué Chile sueña usted?

Sueño un Chile solidario, cuya dignidad no dependa del dinero.

-¿Cuáles son las nuevas luchas que vislumbra en el horizonte?

Siempre quienes han detentado el poder se niegan a entregarlo, eso es real. Entonces las nuevas luchas serán contra esa violencia, hasta que un día entendamos que es infinitamente mejor vivir en un país más pobre pero más igualitario que en un país más rico pero injusto.

-¿Le gusta un Presidente que lea poesía?

Me gusta, es una nueva actitud. Refleja un frescor, un interés por la cultura y eso me gusta mucho, por supuesto. Además es un ser sensible, que tiene lo que los sicólogos llaman “habilidades blandas” y una empatía que nace de un sentimiento real. También es alguien valiente, como lo demostró esa vez cuando estaba sentado en un banco en el Parque Forestal y le tiraban latas de cerveza, y aguantó todo sin moverse. Creo que en ese momento, al no moverse y salir arrancando como lo hubiera hecho cualquiera: sin aún saberlo, se decidió que sería él el Presidente de Chile.

-¿Cómo ha visto el vínculo que ha tratado de establecer con el allendismo?

Me parece bien, porque creo que es un vínculo profundo. El sueño de Allende era un socialismo con empanada y vino tinto, una vía democrática al socialismo. Yo creo que ellos están profundamente relacionados, más incluso de lo que Boric alcanza a entender. La actitud hacia el pueblo y el amor a él está en ambos.

-¿Qué poema debería estar en la memoria de todo mandatario?

El Canto General de Neruda. El comienzo de Alturas de Macchu Picchu. “Del aire al aire, como una red vacía, iba yo entre las calles y la atmósfera, llegando y despidiendo, en el advenimiento del otoño la moneda extendida de las hojas, y entre la primavera y las espigas, lo que el más grande amor, como dentro de un guante que cae, nos entrega como una larga luna”. Es un poema que surge de las entrañas de la tierra, lo sintetiza todo.

Muerte sin esperanza

Como aquellos poetas acostumbrados a ver debajo del agua, Raúl Zurita asegura que la revuelta social no lo pilló de sorpresa. Estaba seguro que tarde o temprano algo explotaría. Y sucedió justo en un momento particular en su vida: lo estaban operando del corazón. “Mientras se estaba incendiando todo, yo estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Católica”, dice.

Allí, encerrado en su pieza aún convaleciente, comenzó a asimilar todo lo que estaba pasando a una cuadra de distancia. “Para mí el estallido tiene un significado especial. Fue muy impresionante estar viendo todo lo que estaba pasando y también sentir la impotencia de no poder participar”.

-¿Pensó en algún momento que no alcanzaría a ver ese futuro que avizoraba por la ventana?

Creo que uno llega a una edad en que todo es tarde, pero hay un momento en que la muerte se integra a ti. Es un descubrimiento tan personal. En el caso mío me di cuenta, de repente, que algo había hecho un click: la muerte dejó de ser una cosa retórica y se convirtió en un hecho íntimo que estaba ahí. Entonces cuando uno ve este mundo a punto de reventarse, cambia la perspectiva. Creo que estas pequeñas luchas que estamos librando, están sucediendo también en otras partes y, al final, son más o menos las mismas.

-¿Qué cosas desnudó el estallido social?

Desnudó cosas tan obvias, como la infinita desigualdad y el menosprecio con que una casta de privilegiados miraba a los otros. Un clasismo profundo, de una justicia para pobres y otra para ricos, que castiga a los que se coluden con clases de ética. Todas esas cosas estaban al desnudo. El estallido fue la agrupación de todas esas conciencias individuales que se juntan.

-Usted habló de responsabilidad de la Concertación, dijo que fue soberbia, que se olvidó del pueblo y se aburguesó. ¿Cómo se enfrentan esos pecados del poder?

Creo que se enfrentan con un poco de lucidez, tenemos vidas muy breves, somos apenas un pestañeo en el firmamento. No sé si algún día seremos dignos del universo que estamos habitando. A lo mejor viene una ola de 400 metros y nos barre a todos. Entonces tengo la sensación, así lo demuestra la historia, que a pesar de toda una sucesión de guerras y cosas espantosas, los más desesperados no se matan. ¿Y por qué no se matan? Porque siempre para ellos, a pesar de todo, hay un nuevo día. Si no logramos ser conscientes de esos mínimos detalles que nos construyen como humanidad, no hay futuro.

-¿Se imaginó en algún momento vivir encerrado, salir a la calle con mascarilla y con pase de movilidad?

Eso fue más inesperado que el estallido. Yo lo soporté muy bien con mi mujer en esta casa. Pero es inseparable de un cierto sentimiento de culpa, pensé mucho en los otros, pensé en esos guetos verticales que se construyeron, cómo sería vivir ahí, con tres niños, escuchando a todos los vecinos, o en esa escuelita de Chiloé donde no llega ninguna señal, y que el gran problema que tiene es ponerle un vidrio en la ventana para que no se mueran de frío.

-Es inevitable pensar también en nuestros privilegios.

Por supuesto, soy un privilegiado. También pensé en la intensidad de la comunicación que estableces con otros seres humanos, cosas tan bellas que sucedieron o que uno veía en televisión, como esos italianos que salieron a sus balcones cantando Bella Ciao. Y, por otro lado, el terror a un tipo de muerte que nadie conocía. Una muerte sin ilusiones, sin darle la mano a nadie, que nos permite entender el mundo que estamos viviendo. Una muerte que también nos puso a prueba, porque todos los que estamos vivos, en cierto sentido, somos sobrevivientes.

-¿Lo atrapó alguna sensibilidad en el confinamiento?

La idea de la muerte sin ilusiones me atravesó, una muerte sin esperanza. Luis Sepúlveda se murió en tres semanas en Portugal. He visto seres que han escrito los poemas más dulces en las condiciones personales más desesperadas y otros que aparentemente están muy bien y hablan en sus obras solo de la muerte. Cada situación es común y al mismo tiempo tan particular. Sin embargo, hay que persistir en el sueño como si fuésemos una raza de criminales condenados a construir el paraíso. Hay que seguir, seguir y seguir.

-El proceso de enclaustramiento modificó las relaciones con los otros, tanto sociales como laborales, ¿qué piensa de eso?

Eso va a tener mucha repercusión, no todas malas, pero creo que va a llegar un momento en que la gente va a correr kilómetros solo para tocarle el dedo a otro.

-Me recuerda a Crónicas Marcianas.

Exactamente, viajar miles y miles de kilómetros para sólo mirarle los ojos a alguien.

– Es una tristeza esperanzadora, pero tristeza al fin y al cabo.

Son las dos cosas, la tristeza y la esperanza. Los seres humanos pueden vivir 72 horas sin tomar agua, pero no duran ni cinco minutos sin tener un sueño. Si todos dejan de escribir poesía, se muere la humanidad. Por eso siempre está la imagen de un mañana. Estamos embarcados en una nave especial que no nos necesita, aunque para nosotros es el único lugar que tenemos y estamos desesperadamente atados a ella. Es todo tan absurdo, tan demencial. Somos un soplo, un mínimo pestañeo, y estamos amenazándonos con los misiles. Todas esas cosas son de una idiotez tan profunda.

-Si el mundo se acabara esta noche, ¿qué haría antes de irse a dormir?

Abrazar a la Paulina.

Fuente: El Desconcierto

 

Apruebo amplía su ventaja en segunda entrega de modelo matemático predictivo

Francisco Vergara, investigador Espacio Político, y Pierina Ferretti, directora ejecutiva de Nodo XXI, analizan en El Desconcierto los nuevos resultados del modelo matemático predictivo en la antesala de la franja televisiva del Plebiscito.

El modelo matemático predictivo, creado y elaborado por Espacio Político, entregó su segundo informe de resultados a menos de cinco semanas del Plebiscito y en la antesala de la franja televisiva que comienza el próximo viernes 5 de agosto.

En El Desconcierto analizamos estos resultados junto al investigador de Espacio Político, Francisco Vergara, y la directora ejecutiva de Nodo XXI, Pierina Ferretti.

La medición, basada en datos masivos obtenidos de las tendencias de Google, logró captar información de los últimos 21 días (504 horas) de interacciones en internet. El resultado muestra una ampliación de la ventaja del Apruebo (56,6%) sobre el Rechazo (43,4%), consolidando la tendencia del último mes.

Puedes revisar y descargar el informe completo a continuación.

Fuente: El Mostrador / Autor: Cristian Neira.

Modelo matemático predictivo revela ventaja del Apruebo a menos de 40 días del Plebiscito

En diálogo con El Desconcierto, Francisco Vergara Perucich, doctor en planificación y desarrollo de la University College de Londres, entregó detalles de este estudio basado en datos masivos obtenidos de las tendencias de Google.

El modelo matemático predictivo elaborado e implementado por Espacio Político entregó su primer informe de resultados sobre el respaldo que tienen el Apruebo y el Rechazo de cara al Plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.

El estudio recogió datos de los últimos 21 días (500 horas) de interacciones en internet, con filtros de exclusividad para el Apruebo y el Rechazo, a partir de datos masivos obtenidos de las tendencias de Google.

El resultado reveló una importante ventaja para el Apruebo (55,97%) frente al Rechazo (44,03%), si el Plebiscito ocurriera dentro de las siguientes 24 horas.

Puedes descargar el estudio completo a continuación.

 

El modelo ya había sido aplicado para el Plebiscito de octubre de 2020, entregando un resultado altamente preciso (77,80%) en favor del Apruebo. Es decir, tuvieron un error de solo -0,47% en comparación al resultado final (78,28%).

Tras este primer experimento, pulieron la fórmula y la volvieron a aplicar para la segunda vuelta presidencial entre Gabriel Boric y José Antonio Kast en diciembre de 2021. El resultado fue de 57% a favor del candidato frenteamplista, frente a un 43% del abanderado del Partido Republicano.

El estudio —que fue publicado en la plataforma Research Gate— tuvo una diferencia de apenas 1,36% en comparación al resultado final, siendo más preciso que varias de las encuestas que midieron la elección: Criteria (1,6%), Cadem (2,64%), Pulso Ciudadano (3,36%) y Atlas Intel (4,64%).

En diálogo con El Desconcierto, Francisco Vergara Perucich, uno de los creadores del modelo, entregó detalles de su metodología, explicó cómo afectan los bots a su medición y reveló cómo se movió la aguja en los últimos días.

Fuente: El Desconcierto

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